jueves, 21 de febrero de 2013

Capitulo 2...



Pontificia Universidad Javeriana
Información y Documentación
Ana Maria Escobar Fonseca

Apoptosis Premeditada

En esta reseña haremos referencia  a los cambios que se han dado respecto a cómo se piensa el desarrollo del pensamiento. En un primero momento hablaremos de la teoría clásica la cual entiende el desarrollo del pensamiento en tres momentos, a saber; la formación en la niñez, la consolidación en la adultez y el deterioración en la vejez. Posterior a esto hablaremos acerca de los estudios de Freud y James y cómo estos transformaron la forma en que entendemos el desarrollo del pensamiento. Y concluiremos con una reflexión al respecto de las teorías del pensamiento y cómo éstas darían razón a cómo nuestro cuerpo y nuestra mente se pueden adaptar naturalmente a la tecnología.
            La teoría clásica del pensamiento se sitúa durante el siglo XIX y sus postulados centrales consistían en que en la niñez se creaban las conexiones cerebrales, como una suerte de tejido; proceso mediante el cual se constituía la sabiduría del individuo, que al llegar a la adultez se consolidaría, esto supone que no se crearan más conexiones, ni se romperán las que existen en este punto. El individuo al entrar en la vejez comienza a experimentar un deterioramiento en sus funciones cognitivas, por lo cual su sabiduría se vería afectada, decreciendo paulatinamente mientras más envejece.
            A finales de el mismo siglo, un joven determinado con amplios conocimientos sobre la psique llamado Freud. Era calvo y tenia traje largo, algunos decían que era adicto al opio pero eso no es tema propio de la reseña, lo que nos interesa son sus trabajos y los de W. James, los cuales sientan una idea que cambiaría la forma en que se entendería el desarrollo del pensamiento, estamos hablando de la plasticidad.
            La plasticidad se constituye en el principio que la red neuronal es cambiante, esto quiere decir, contrario a lo que planteaba la teoría clásica, que no existen caminos rígidos de la mente, sino por el contrario; se constituyen conforme a la adaptación del individuo, este proceso es posible debido a que el cerebro se constituye por células, mas específicamente neuronas. Las conexiones nuevas son consideradas como “caminos vitales” los cuales tienen lugar cuando el individuo hace uso de nuevas habilidades, no obstante, es necesario precisar que no todos los caminos vitales son benévolos para el individuo, esta idea supondrá un cambio significativo en la psicología como ciencia de la mente.
            Kandel posteriormente realizará unos experimentos con la Aplysia, los cuales demostraron que por un lado, cierta parte de la teoría clásica de la mente era cierta, pero por otro lado que la teoría de la plasticidad del pensamiento también tenia un lugar, es decir que ambas teorías tienen validez “Esas conexiones genéticamente determinadas forman las plantillas innatas de Kant… nuestras experiencias regulan el vigor o eficacia a largo plazo de las conexiones, lo que permite, como sostenía Locke, la remodelación de la mente y la expresión de nuevos patrones de comportamiento” (Carr. pp. 43).
            Finalmente hemos visto el cambio de cómo entendemos el cerebro y es importante la comprensión del desarrollo del pensamiento y que éste se divide en dos ramas, una filogenética (biológica determinada) y la ontogenética (desarrollo social de la mente). Al entender estas dos dimensiones como coexistentes, y no que una idea prima sobre la otra, nos permite dar una verdad mas próxima a la realidad evitando caer en el fijismo que supone defender una teoría solipsista. Para aquellos inevitables inmigrantes de la tecnología que luchen por salir y se nieguen a aceptar este desarrollo coexistente en ellos, creo que al igual que una neurona que no tiene a otras con quienes transferir información ni impulsos, van a terminar en una apoptosis deliberada, premeditada.



Bibliografía
Carr. N. (2011). “Los caminos vitales” En: Superficiales: ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes?. Taurus. Bogotá Colombia.




Ana Maria Escobar Fonseca.

2 comentarios:

  1. Interesante artículo, ¿donde puedo conseguir el libro al que haces referencia?

    Un saludo y te sigo leyendo.

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  2. hola Manuel! gracias por tu interés. el libro lo conseguí en físico en la biblioteca de mi universidad en Colombia... lastimosamente no lo encontré online para enviarte el link.saludos!

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